Grupo Healy

¡ A PREPARAR MALETAS!

EFE

La muerte y el duelo son temas de los cuales no nos gusta hablar, sobre los que evitamos leer y que hasta consideramos de mal gusto compartir. Es tanta nuestra alergia a la muerte, que no toleramos que un doliente hable por más de equis días sobre su pena. Asimismo, es común que ante una pérdida dolorosa, vivida por nosotros o por alguien cercano, prefiramos las distracciones de un mundo que ocurre en la nube de las redes sociales o del entretenimiento, para desconectarnos y no lidiar con la realidad. Se necesita valor para encarar nuestra vulnerabilidad y la de quienes nos rodean.

En estas últimas semanas y días, me he dado cuenta del abismo que hay entre enseñar o escribir teorías y la agonía que es vivir la realidad. No hay palabras, consejos, nada que consuele. Es como estar en una lanchita en alta mar, paleando en medio de una tremenda tormenta. La gente parada en tierra firme, bienintencionada, te indica qué hacer, pero no puede hacerlo por ti. Se necesita haber estado en esa lanchita para comprender lo que se vive.

Si bien he leído todo cuanto llega a mis manos acerca del duelo, me parece una experiencia nueva para la que nadie ni nada nos prepara. O, mejor dicho, a la que rara vez nos interesa acercarnos. Recuerdo que, en una ocasión, me invitaron a tomar un curso de tanatología, invitación que rechacé desde la altivez de creer que la situación me sería ajena toda la vida. Pues una forma de llevar nuestra existencia es pensar que somos inmortales y nuestra gente querida también lo es. Hasta que un día cualquiera, la fatalidad se anuncia con bombo y platillo a la vuelta de la esquina y todo en nuestra vida cambia por completo. Entonces, con la cadena de seguridad puesta, abrimos la rendija de la puerta y asomamos un ojo para intentar negociar inútilmente con ella.

A penas ha pasado un mes desde la partida de Pablo, mi adorado esposo. Sé que tengo que retomar mi trabajo y regresar a mi centro, pero mi cerebro se encuentra en una especie de parálisis mental, en el corazón tengo un vacío emocional y el cuerpo lo siento tan poroso como una coladera. Sólo me habita una profunda tristeza que aparece a la menor provocación.

Cuando mis amigos me intentan distraer, invitar a salir, sacar a algún lado, finjo y trato estar bien, pero en el fondo, es un estar sin estar. Prevalece en mí la sensación constante de querer regresar a casa, en espera de encontrar la vida como era antes. El silencio de nuestro hogar es inmenso, los espacios que antes llenaba él y la presencia de cada objeto cotidiano, como un rastrillo, los lentes para leer o el sillón en el que veíamos juntos la tele, han perdido su sentido.

Lo que hasta ahora he aprendido es cuán importante es abrir los ojos para darnos cuenta de que el pesar es tan grande y la mente tan cruel, que nos arrastran con insistencia hacia la incertidumbre del futuro, a un pasado que no volverá o a un presente que nos recalca la ausencia del ser amado. Es entonces cuando hay que repetir la frase de mi tanatóloga como un mantra: “Si no me da paz no viene del amor”.

Confío en que, con el tiempo, este sufrimiento insoportable se vuelva llevadero y te pido, querido lector, querida lectora, que me aguantes si por ahora no puedo dejar de escribir sobre este tema, pues hacerlo es otra forma de aliviar el dolor.

CIUDAD DE MÉXICO.- Preparar todo para cuando vamos a salir de vacaciones este verano puede causar estrés fácilmente, si las dejamos para último momento y sin seguir un método de organización básico para tener todo en su lugar y ocupando el menor espacio posible.

Organizar el equipaje y hacer las maletas, con suficiente antelación, es uno de los mejores antídotos para las prisas y los contratiempos de última hora, que se multiplicarán en la medida que aumenta el número de integrantes de la familia o el grupo que viajarán juntos, según la firma británica End of Tenancy (EoT), con sede en Londres (Reino Unido).

Los expertos en limpieza profesional y organización ofrecen cinco consejos básicos para optimizar la preparación y organización de las maletas, que pueden hacer que la rutina de empaque sea mucho más fácil, e incluso podamos llegar a disfrutarla.

PROBAR LOS ARTÍCULOS DE TOCADOR SÓLIDOS

Las mini botellas de artículos de tocador puedan ser muy bonitas, pero llevarlas de vacaciones no solo puede aumentar el peso del equipaje, sino que también puede presentar el riesgo de que su contenido se derrame sobre la ropa. Para resolver este problema, los expertos de EoT sugieren llevar artículos de tocador sólidos, los cuales consideran como “una opción divertida y ligera para los viajeros, especialmente para las familias con niños”.

Cuando uno sale de viaje, también se puede llevar en el bolsillo un paquete de “papel jabonoso” (o “paper soap”), un tipo de papel cosmético impregnado de jabón que produce espuma al humedecerlo y que está listo para usarse en cualquier momento. Los desodorantes y los shampoo en barra para viajes, los perfumes y otros productos cosméticos y de limpieza en estado sólido, son mucho más fáciles de mantenerlos ordenados, ahorran espacio y evitan las fugas de líquido, según EoT.

ENROLLAR O PLEGAR LA ROPA

Los viajeros que tienen experiencia en apretar la ropa en la maleta para los viajes largos o los vuelos con espacio restringido para el equipaje suelen recurrir a dos opciones para ordenar sus pertenencias: Doblar la ropa o enrollarla. Este último ahorra espacio y evita las arrugas, lo cual es perfecto para colocarla en las mochilas compactas o pequeñas maletas de mano de vuelo.

USAR ORGANIZADORES DE EQUIPAJE

Las bolsas o fundas de ordenación similares a cajas pequeñas y semirrígidas, así como las bolsas ‘ziploc’, son prácticas para organizar el equipaje de una forma más uniforme y para separar la ropa sucia de la limpia.Las bolsas ‘ziploc’ se pueden apretar fácilmente y aplanarse para ahorrar espacio y por lo general son las preferidas para la ropa. Por su parte, las bolsas de ordenación (de distintas formas y tamaños) ocupan más espacio, pero permiten organizar el contenido de maleta de una forma más duradera y ordenada.

PREPARAR UNA LISTA

Preparar una lista de contenidos de la maleta y compartirla con los familiares y/ amigos con los que viajaremos, para asegurarnos de no llevar con nosotros un “arsenal” de shampoo y protectores solares, es un paso clave para organizar el equipaje de las vacaciones. Para organizar esta lista es recomendable dividirla en categorías, que por ejemplo correspondan a distintas funciones (artículos de tocador, ropa, medicinas) o actividades (cosas para nadar, caminar, para el ‘spa’, entre otras).

ELIGIR LA MALETA ADECUADA

Para elegirla, hay que pensar en lo que planeamos hacer durante las vacaciones.

Las mochilas son más fáciles de llevar para ir de excursión, viajar en tren, tomar un teleférico o trasladarse en taxis, pero no resultan prácticas si se debe llevar una gran variedad de vestimenta, especialmente los trajes de fiesta elegantes.

Sin embargo, permiten que nuestras pertenencias sean más accesibles y nuestra ropa permanezca sin arrugas. El hecho de llevarlas sobre ruedas representa una ventaja adicional, convirtiéndolas en una opción más conveniente para viajar a centros turísticos o a ciudades a menos concurridas.

SOCIALES

es-mx

2022-06-27T07:00:00.0000000Z

2022-06-27T07:00:00.0000000Z

https://grupo-healy.pressreader.com/article/282316798722974

Grupo Healy