Grupo Healy

Viernes negro

ROSA MARÍA MÉNDEZ FIERROS *- La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.

En menos de tres días, carros y autobuses incendiados en Baja California. Un total de 27, del llamado Viernes Negro al domingo. Lo sucedido en todo el estado el viernes 12 de agosto, fue adjudicado al Cártel Jalisco Nueva Generación, lo cual, dicho sea de paso, no ha sido confirmado por el grupo delincuencial, aún. Pero veamos las diferentes formas de reacción por parte de las autoridades, que marcaron los hechos, en donde el discurso del miedo se adelantó a la narrativa de la autoridad para generar confianza. Horas después de realizado los incendios, la alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero habló del crimen organizado y la falta de “pagos de facturas”, entre los delincuentes. Una narrativa que causó mucha molestia en el centro del país, por la acción de enfrentamiento más que de tranquilidad hacia la población.

Quiso llenar los vacíos informativos con una lectura apresurada y mal hecha del telepronter, junto con dos funcionarios de seguridad que poco le ayudaron a enfrentar la situación mediática y lo que menos reflejaban era seguridad. Pero además, la ciudad de Tijuana en donde se vivió el caos mayor y, aunque a diario sufren actos de total violencia, no reaccionaron las autoridades en coordinación inmediata y la quema de autobuses rebasó las diez unidades. El presidente municipal de Ensenada, Armando Ayala señaló, un día después, que eran actos perpetrados por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación. Por su parte, la gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda publicó primero un escueto comunicado y luego mucho más tarde un vídeo que funcionarios de seguridad. Tardaron en reunir a todos los actores que aparecieron en el vídeo y eso generó un vacío que fue llenado por información, en ocasiones verídica y otras falsa, en las redes sociales. Confirmó la versión de que los detenidos habían referido ser todos del CJNG. En el caso de Mexicali se ofreció la información de los tres sujetos detenidos en flagrancia y mediante un operativo en donde fueron ubicados los delincuentes en un hotel de la Justo Sierra. Fueron cinco sujetos detenidos por estos hechos, durante el fin de semana; individuos externos a Mexicali que vinieron a desestabilizar con acciones para generar el miedo. De manera mediática y en la opinión pública lo lograron, pero en lo operativo, cuando menos en la capital del estado, no. Y es que se presume que habrían programado más actos de sabotaje en esta ciudad, los cuales fueron desactivados por la detención que se hizo. Al final, en total se contabilizaron 27 autobuses y carros incendiados en el estado. En calles, tiendas de autoservicio y hasta fraccionamientos. Se generó una zozobra que provocaba, a su vez, inestabilidad social y que requeriría que la autoridad informara que tenían el control, que de estas acciones concertadas del crimen organizado y desorganizado íbamos a poder salir sin que nos pasara nada en nuestra propia seguridad. Pero no llegó el mensaje con la prontitud que se necesitaba. Las redes sociales se convirtieron en un dispositivo articulador de información, real o falsa. Pero que ahí estuvieron presentes.

De todo esto debe quedar la enseñanza de saber qué autoridad está a la altura para responder a la población en este tipo de acciones concertadas por los cárteles. El veredicto de la opinión pública y publicada está más presente que nunca.

La verdad sea dicha

EDITORIAL

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2022-08-15T07:00:00.0000000Z

2022-08-15T07:00:00.0000000Z

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