Grupo Healy

¿Somos congruentes?

ANITA B. DE OCHOA anitavbochoa@hotmail.com *- La autora es consejera familiar.

¿Qué es ser congruente? Que lo que pensamos y decimos, concuerde con nuestros actos. Alguien que es congruente, tiene calidad moral, es transparente, es confiable. ¿Es fácil ser congruente? No siempre, a veces por circunstancias, la conveniencia, el miedo, carecemos del valor para sostener lo que realmente somos o queremos no es fácil, pero si muy importante.

Esta falta de congruencia en los creyentes la puntualiza muy bien un sacerdote en un mensaje en redes que dice:

“De nada sirve orar como cristiano, pero votar como ateo. Oran por la vida, pero votan por candidatos que están a favor del aborto. Oran para que Dios libre a la Iglesia de la persecución en países comunistas, pero votan por candidatos comunistas o que apoyan el comunismo. Oran, pidiendo a Dios por la expansión del Evangelio, pero votan por candidatos que quieren cerrar iglesias. Oran, por la familia, pero votan por candidatos que defienden ideologías destructoras de la familia. Oran por los hijos, pero en las elecciones votan por candidatos que defienden a los pedófilos y la ideología de género. Oran, para que Dios libere a los jóvenes de las drogas, pero votan por candidatos que están a favor de legalizarlas. De nada sirve orar como cristiano, pero votan como un ateo.

Esto tristemente, es verdad. Conozco y aprecio a personas de Iglesia que, viendo la violencia, el caos en que está nuestro país, son incapaces de ver el desastre de presidente, legisladores y autoridades de Morena.

Condenan los asesinatos que ocurren diariamente, pero apoyan como “derecho” los asesinatos de inocentes en el vientre de sus madres, acto abominable legalizado por primera vez en Baja California, por los diputados de Morena, que muchos que se dicen católicos o cristianos siguen apoyando. ¿Dónde queda su congruencia?

Las consecuencias de no ser congruentes votando por candidatos cuyos planes y programas, son contrarios a los principios que como creyentes tenemos son verdaderamente nefastas. Lo hemos visto en Cuba, Venezuela y actualmente con Daniel Ortega, el dictador de Nicaragua, quien ya lleva cinco reelecciones con infinidad de injusticias para su pueblo.

Esta semana, Daniel Ortega, ha declarado a Nicaragua una nación sin Dios e intensificado las agresiones a la Iglesia Católica; hace algún tiempo, expulsó al Nuncio Waldemar Stansislaw, exilió al obispo de Managua Silvio Báez y a varios sacerdotes; expulsó a las Hermanas de la Caridad, agredió y amenazó de muerte a curas y fieles, profanó y quemó templos, porque la Iglesia no se ha doblado ante el régimen. Las imágenes que nos llegan por redes son impresionantes.

Ahí no hay libertad, solo violación a los derechos humanos: Elecciones fraudulentas, decenas de opositores encarcelados, más de mil organizaciones ciudadanas clausuradas; 150 periodistas exiliados, medios de comunicación cerrados, y más de medio millón de muertos por represión desde 2018.

¿Queremos esto para México? ¡Por favor despierten! López Obrador lo acaba de decir: “Lo mejor es lo peor que se va a poner jajajaja” ¿Quién lo llevó al poder? Más de 30 millones de mexicanos manipulados por promesas falsas, a quienes, por seguirlo, no les importó traicionar sus propios principios y creencias.

¡Mujer mexicana forja tu Patria¡

EDITORIAL

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2022-08-15T07:00:00.0000000Z

2022-08-15T07:00:00.0000000Z

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